Un tratamiento de fertilidad necesita perseverancia y fortaleza emocional

El estado emocional de la pareja es muy importante cuando se emprende la búsqueda de un embarazo. Debe haber amor, armonía, solidaridad, compañerismo y comprensión entre ambos para que el tiempo que tarden en lograrlo no se convierta en una competencia de poderes, o de culpas sumamente angustiante para los dos.

Cuando ese bebé se busca con la ayuda de la medicina reproductiva, la fortaleza debe ser la misma. Los tratamientos generan mucha ansiedad, por eso a todas las parejas les recomendamos realizar una consulta psicológica y tener apoyo de un profesional de la psicología cuando ya hace un tiempo que buscan tener un bebe y no lo logran. Muchos siguen el consejo, y otros no. La decisión final siempre la tiene la pareja.

La fortaleza emocional ayuda a sobrellevar el tratamiento de la mejor manera posible, desde lo personal, la pareja y el entorno socio-familiar en que cada uno se desenvuelve. Buscamos que sea lo menos estresante posible, les brindamos la contención que necesitan. Luego, cada pareja es única en sus experiencias, emociones y formas de expresarlas.

Y sobre esto tengo una historia para contar: Un día llegó a mi consultorio una paciente angustiada porque en otro centro le habían indicado un tratamiento con donación de óvulos. Ella era muy joven y no entendía muy bien de qué se trataba. Luego de varias consultas, de apoyo psicólogico y de realizar algunos estudios complementarios, confirmamos la sospecha de falla ovárica precoz. Fuimos juntos, ella, su pareja, la terapeuta y yo, transitando el camino del diagnóstico, explicándoles y conversando sobre las posibles opciones de tratamiento y, de esta manera, pudieron comprender que la ovodonacion era el tratamiento que les brindaría las mejores posibilidades de ser papás.  Hoy, luego de dos años de aquella primera consulta, están felices junto a su beba. El diagnóstico y el tratamiento fue el mismo que le habían dado en una primera oportunidad, pero se habían olvidado de explicarles, de acompañarlos emocional y racionalmente durante la etapa de diagnóstico y de ofrecerles las distintas opciones de tratamiento para que ellos puedan decidir libremente cual era el mejor camino para ser papas.